Movies touch our hearts and awaken our vision, and change the way we see things...

Me agrada mucho el Wes Anderson, obsesionado con la “familia”, ya que desde su proyecto anterior, ha estado recuperando esta temática que lo ha acompañado a lo largo de su particular filmografía.
Se agradece verlo cambiar y explorar diferentes temas, como la religión, la fe y la existencia de vida después de la muerte.
Wes Anderson es más que su característica estilización estética y esta película lo demuestra.
Se dice que todos los caminos llevan a Roma, pero en esta fábula todos los caminos llevan a América…
Francis Ford Coppola arma una épica romana en una Nueva York distópica donde los emperadores son sustituidos por alcaldes y los grandes patricios son los magnates que gobiernan el mundo.
Con un discurso en el que la libertad creativa impera en todo, Coppola nos muestra una vez más una tragedia donde los lazos familiares son la fundación de todos los problemas…